Thursday, March 30th, 2023

Proyecto de ley sobre el final de la vida: el Gobierno estudiará lo que se hace en el extranjero

El Ejecutivo explora otros modelos para el final de la vida. La ministra de Sanidad, Agnès Firmin Le Bodo, y el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, visitaron el viernes 27 de enero Ginebra (Suiza), donde está autorizado el suicidio asistido.

En el flamante edificio del hospital de Ginebra (Suiza), están reunidos un puñado de diputados y senadores de todos los bandos. Libretas en mano, la ministra de Sanidad, Agnès Firmin Le Bodo, y el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, escuchan.

Mientras Francia estudia una nueva ley sobre el final de la vida, Suiza nunca lo ha hecho. Sólo hay un artículo en el Código Penal. Esto prohíbe empujar a alguien al suicidio. Por tanto, un motivo altruista permite intervenir para ayudar al suicidio”, explica Mauro Poggia, jefe del ejecutivo ginebrino y Ministro de Sanidad. Pero debe seguir siendo un suicidio.

En Suiza, las asociaciones ayudan a las casi 1.200 personas que quieren dar el paso cada año. Un médico prescribe la medicación necesaria. El acto final debe ser el acto de una persona que da su consentimiento”, dijo el ministro suizo. Evidentemente, deben poder cambiar de opinión en cualquier momento.

Nadie más que la persona que pide morir puede administrar la medicación. El papel de la profesión médica es, por tanto, muy limitado, excepto en los hospitales, donde desde hace muy poco tiempo es posible que los cuidadores asistan a la persona que desea suicidarse.

La cuestión del papel de los cuidadores al final de la vida
Los cuidadores tienen una especie de cláusula de conciencia, como nos recuerda Sandra Merkhi, Directora de Cuidados de los Hospitales de Ginebra. “Decidimos desde el principio no obligar a nuestro personal, incluidos los médicos, a acompañar este suicidio asistido hasta el último momento si iba en contra de sus valores.

En la delegación francesa, este papel de los cuidadores llama la atención de algunos. “Es difícil decir que quien trata es quien mata”, reconoció un miembro de la delegación.

Aunque Emmanuel Macron ha lanzado una convención ciudadana sobre la cuestión del final de la vida, el ejecutivo se muestra prudente al respecto. Por el momento no hay nada decidido”, afirma Olivier Véran, que confía en esta famosa convención. “Todas las opciones están sobre la mesa. De forma inédita, con esta convención ciudadana, tenemos una pequeña Francia que debe iluminar al gobierno y a la representación nacional. Es decir, abordarán la cuestión del dolor en los cuidados paliativos. Pero también pueden abordar, y lo harán, la cuestión de las distintas formas de asistencia activa a la muerte”.

La convención ciudadana debe presentar un informe en marzo con varias posibilidades, una forma de eutanasia o suicidio asistido. Francia buscará así su “modelo”, según la ministra Agnès Firmin Le Bodo. También es posible que no haya cambios en la ley actual.